domingo, 24 de julio de 2016

La Biblia. Redacción y géneros literarios

Hemos visto qué es la Biblia, su formación, quién la inspiró y qué contiene. Pero es probable que surja en nosotros una pregunta: ¿de qué sirve todo esto si lo importante es leerla? Para responder, puede ayudarnos el siguiente ejemplo: después de una misa en que se celebraban unas bodas de plata, durante la reunión uno de los hijos pidió a su madre: "cuéntanos cómo conociste a papá". Esta historia ya la conocían pero, como todas las historias de amor, tenía algo de misterioso y escucharla era una forma de revivir y celebrar aquello que dio origen a la aventura de una familia. No le bastó a ese hijo con conocer a su padre y a su madre, tuvo necesidad de conocer los orígenes y seguir la historia que llegaba hasta él.

De la misma forma, la Biblia es una historia de amor. Pero, ¿de dónde vino', ¿cómo llegó a nosotros?, ¿qué sabían  de Dios en tiempos en que Jesús no había venido? El lento desarrollo de los textos nos lleva a conocer lo que descubrieron nuestros padres en la fe. Su historia es la nuestra. Historia que nos introduce en el misterio de la Revelación. Conocer esa historia es compartir las inquietudes de esos hombres, reconocer el recorrido del amor de Dios.

En este recorrido, la Biblia ha ido formando una historia literaria. Vamos a ver brevemente esta historia, separando el Antiguo y el Nuevo Testamento.

Respecto al Antiguo Testamento, su historia literaria es muy compleja, porque se remonta a Moisés y a la monarquía. En ella son decisivas las Tradiciones, que son como la materia prima para elaborar estos libros. Fueron cuatro las tradiciones que influyeron en la formación del Antiguo Testamento:

1) Tradición Yahvista, llamada así porque en ella Dios es llamado Yahveh, que significa "El que Soy" (Éxodo 3, 14). Es la más antigua, ya que se escribió entre los siglos X y VIII a. C. en el Reino del Sur, conocido también como el Reino de Judá.

2) Tradición Elhoista, llamada así porque nombran a Dios Elohim. Fue propia del Reino del Norte, conocido como el Reino de Israel, y un poco posterior a la Tradición Yahvista.

3) Tradición Deuteronómica, llamada así porque es la que más influyó en el libro del Deuteronomio, aunque también se percibe en otros libros.

4) Tradición Sacerdotal, llamada así porque fue elaborada por los sacerdotes del Reino del Sur.

Respecto a los profetas sólo veremos algunos aspectos:

El libro de Isaías es una fusión de tres secciones: la primera (del capítulo 1 al 39) se escribió antes de que el pueblo hebreo fuera exiliado a Babilonia. La segunda parte (del capítulo 40 al 55) se escribió durante el exilio, que comprendió entre los años 586 y 537 a.C. Y la tercera parte (del capítulo 56 al 66) se escribió después del exilio, cuando el pueblo hebreo fue liberado por un edicto del rey persa Ciro permitiéndoles el regreso a su tierras.

El profeta Jeremías también es autor del libro de las Lamentaciones, y Baruc fue su secretario. El libro de Daniel, más que profético, pertenece a la literatura Apocalíptica.

Nehemías, Esdras, Crónicas y Macabeos, son libros escritos por personas que fueron testigos de lo que ahí se narra, o por lo menos, cercanos a esa época.

El último libro del Antiguo Testamento en escribirse fue el de Sabiduría, redactado en tiempos cercanos al nacimiento de Jesús.

Respecto al Nuevo Testamento, los primeros escritos fueron las Cartas de San Pablo. Después se escribieron los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, y al final todos los escritos de San Juan. El período completo de formación no fue mayor a 50 años.

Géneros Literarios

Para profundizar en la Biblia no basta con saber qué dice un autor sagrado, sino cómo lo dice. Esto es precisamente la cuestión de los Géneros Literarios. Así como un novio puede expresar su amor con una serenata, o una carta de amor, hablando por teléfono o por mensaje, así el autor sagrado puede ofrecernos su mensaje a través de un Salmo, una Parábola, una Historia, una Visión Apocalíptica. Estos son los Géneros Literarios, los cuales se pueden agrupar de la siguiente manera:

- Históricos. Son narraciones que recogen tradiciones de acontecimientos del pueblo. Pueden ser narraciones épicas, para exaltar los sentimientos del pueblo (como el Éxodo y la conquista de Canán, la historia de Sansón), o narraciones noveladas con intención didáctica (como Ester, Tobías y Jonás) o narraciones que expliquen el presente aclarando su origen (como los primeros capítulos del Génesis).

- Proféticos. Contienen visiones de los profetas sobre su experiencia de la voluntad de Dios, sobre lo que ellos ven o sobre sueños o revelaciones y oráculos, que son declaraciones solemnes que proceden de Dios y el profeta transmite diciendo: "Así dice el Señor...", o algo similar (como Isaías, y en general los profetas). Este género también comprende la apocalíptica, que es fruto de visiones, pero más concretamente, de visiones del futuro en relación con el presente (como el libro de Daniel, y algunos fragmentos de Zacarías y Malaquías.

- Jurídico. Es el modo como en la Biblia se presentan las leyes (como el decálogo en Éxodo 20, 2-17; el código de la santidad, en Levítico 17-26; o el decálogo cultural en Éxodo 34, 14-26).

- Comentario. Este género es llamado por su nombre en hebreo "midrash". Son textos que comentan otros textos de la misma Escritura. Se busca una enseñanza actual para los textos tradicionales. Jesús lo utilizó cuando comentaba "han oído que se dijo... ", o Pedro cuando después de Pentecostés predicaba sobre Jesús.

- Poético. Expresan sentimientos íntimos mediante imágenes sugestivas (como el Cantar de los Cantares, o los Salmos). Son cantos, himnos, odas, oraciones, oráculos, bendiciones o poemas.

- Sapiencial. Son textos con gran cantidad de sentencias (Proverbios, Sirácides, Job, Eclesiastés y Sabiduría). Pueden ser afirmaciones morales que se ilustran con una comparación de la naturaleza, llamado "mashal"; parábolas, que son narraciones de un suceso ficticio del que se deduce una enseñanza (como el Hijo Pródigo); o alegoría, parecido a la parábola sólo que en este caso no es sólo el ejemplo en general del que sale la enseñanza, sino que cada detalle tiene significado propio (como la llamada "parábola" del sembrador).

- Evangélico. Como su nombre lo indica es propio de los Evangelios y son textos con finalidad de exhortar y amonestar (como cuando Juan dice: "Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están escritas... Estas han sido escritas para que crean que Jesús es el Cristo"). No hay que confundirse pensando que todo el evangelio es de este género. En él conviven también los géneros sapiencial, histórico, jurídico, etc.

- Epistolar. Este género, como su nombre lo menciona, es propio de las cartas. Su finalidad es didáctica. Notemos que en ellas también hay otros géneros presentes, como el comentario, el poético, etc. Aunque se da sobre todo en las cartas de San Pablo y en las de Pedro. También hay algunos ejemplos en el Antiguo Testamento, como la carta que escribe Jeremías a los deportados en Jeremías 29.

Conclusión

La Biblia es un libro de formación muy compleja y larga. En ella Dios habla con lenguaje de hombres. Los autores sagrados fueron personas que vivieron en un tiempo y lugar determinado y que desde su experiencia nos transmiten las verdades que Dios quiso revelarnos.

Para profundizar en esta verdad, es necesario tomar en cuenta no solamente lo que dice el texto, sino cómo lo dice. Así podemos captar con más profundidad el mensaje. Conocer así la Escritura nos familiariza con la Palabra de Dios, nos ayuda a entenderla en su significado correcto y nos alienta para hacer de nuestra propia vida una historia donde Dios se manifiesta, un libro en el que se lea su plan de salvación.

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