Estamos en la última parte de nuestra reflexión sobre la homosexualidad. En la primera parte veíamos que dice la Biblia y la Iglesia acerca de la homosexualidad. En la segunda parte abordamos el tema desde el punto de vista científico con un resumen del libro "Homosexualidad y Esperanza" escrito por el Doctor en psicología Gerard J. M. van den Aardweg. En la tercera parte analizamos la iniciativa del Lic. Enrique Peña Nieto reflexionando cada uno de los puntos de la misma a la luz del Evangelio.
En esta ocasión veremos las principales consecuencias que se sufrirán, en caso de llegarse a aprobar esta iniciativa, y qué nos toca hacer a nosotros como católicos frente a este reto tan grande.
Consecuencias
El objetivo primordial de la ideología de género es la abolición de la familia, la maternidad y la religión.
Las leyes socialistas del matrimonio homosexual, la identidad de género, divorcio exprés, educación para la ciudadanía, reproducción asistida, adopción por parejas homosexuales tienen sus orígenes en la irrupción pública de la ideología de género en el marco histórico de la revolución sexual promovida por la Universidad Francesa de la Sorbona en mayo de 1968.
Expresiones propagandísticas como "prohibido prohibir", "el matrimonio es la cárcel del amor", "lo sagrado es el enemigo", mostraban lo que estaba por venir.
Posteriormente el término "género", para referirse a la identidad sexual de las personas, fue acuñado en la Conferencia Internacional sobre la Mujer celebrada en Pekin en 1995. Las Naciones Unidas y la Unión Europea han terminado por adoptar este término.
Esta ideología conlleva graves consecuencias para la sociedad: la primera de ellas es sobre la familia natural, fundamentada en el matrimonio, la primera de las instituciones que buscan destruir. Según los defensores de la ideología de género, la familia es culpable de imponer artificialmente los roles masculino y femenino a los hijos, lo cual ven como un delito que hay que erradicar.
La maternidad es el segundo peligro para la ideología de género, pues afirma que la figura de la madre constituye el auge de la sumisión y de la represión sexual que no debe existir, por lo que es necesario "liberar" a la mujer de la maternidad por medio de los anticonceptivos y el aborto. Esto es lo que piensan los defensores de la ideología de género. Se proponen otras vías para la perpetuación de la especie como la reproducción artificial en el mejor de los casos.
El tercer peligro que la ideología de género busca erradicar es la religión. Esta ideología afirma que los textos bíblicos no son revelación de Dios sino una formulación histórica. Para lograr este objetivo utiliza como arma principal el ateísmo. Aquí quisiera profundizar en este punto, pues algo de lo que no se está hablando es de la inminente persecución, que está por iniciar o que ya inició, contra la Iglesia Católica.
Persecución contra la Iglesia Católica
La Iglesia Católica es el principal obstáculo para la ideología de género, por lo que desde hace algunos años ha iniciado una campaña, a nivel mundial, para desprestigiarla, aprovechando al máximo los errores pasados de la Iglesia y promoviendo el ateísmo.
Desde hace muchísimos años varias personas han advertido de la gran persecución que confrontaremos los católicos. la Beata Ana María Taigi, la Beata Elena Aiello, Venerable Francisca de Jesús Torres y Barriochoa, la Santísima Virgen María a través de los pastores en Fátima, su eminencia el Cardenal Ataneshiu Schneider, el Cardenal Raymond Leo Burke, y hasta el Papa emérito Benedicto XVI.
En los últimos años, y especialmente en los últimos meses, la velocidad en que esta persecución se nos avecina se ha incrementado increíblemente. Siempre se comenta que esta persecución se ve en el horizonte, pero la realidad es que ya la tenemos a la puerta en todo el mundo, especialmente en el Medio Oriente. Mientras que en Europa, en que la mayoría de los países ya ha aprobado el matrimonio entre homosexuales, los templos son profanados a plena luz del día y los sacerdotes son encarcelados por hablar a favor de la familia natural. El caso más reciente es el del cardenal Antonio Cañizares, en España, quien fue condenado a 3 años de cárcel por hablar contra la ideología de género.
En América, podemos ver que en Estados Unidos, donde después de que la Corte Suprema aprobara el matrimonio entre homosexuales, ahora se escuchan voces clamando que se legalice la poligamia, la independencia sexual de los niños y que se retire la exención de impuestos que tiene la Iglesia. Y obviamente el caso de México, donde ya se presentaron los nuevos libros de texto de primaria con ideología de género, en los que se presenta la homosexualidad como algo normal.
Pareciera que no importa cuántas victorias alcancen los seguidores de Satanás en contra de la Iglesia, pues nunca estarán satisfechos, siempre estarán buscando como silenciar la voz que clama la verdad y no pararán hasta que la destruyan completamente.
La cuestión no es que a la Iglesia le falte misericordia, o que no se acomode a los cambios de la sociedad, sino que el momento de silenciarla y de perseguirla está más próximo que distante. Y cuando esto ocurra será más notorio como se irán cerrando más templos católicos, y los que queden parecerán más asambleas de protestantes y el resultado será que la verdadera Iglesia de Cristo será pequeña y menos influyente sobre la depravación intelectual y moral de la sociedad.
A medida que la sociedad se aleja de las bases morales de la Iglesia, más depravada se volverá, y a medida que esto suceda tendrá menos tolerancia a los verdaderos cristianos que no comparten estas ideologías.
Y no hay mejor ejemplo para esto que la comunidad de homosexuales, quienes por décadas han estado clamando derecho por tolerancia e igualdad y aún cuando lo han logrado escupen sobre fieles católicos. Esta es la doble cara que permite a la comunidad homosexual perseguir a los cristianos. Primero juegan a ser víctimas y exigen tolerancia de los cristianos, para después devolver esa tolerancia con abusos y violencia.
No se confundan, la comunidad homosexual no está interesada en igualdad o tolerancia, sino solamente en obtener la victoria sobre los valores morales de la cristiandad.
La primera ola de persecución que vamos a sentir no será de ningunos yihadistas islámicos, sino de los homosexuales y los que simpatizan con ellos en el gobierno, los medios de comunicación e inclusive dentro de la Iglesia.
Son pocos los obispos que se pronuncian en contra de los escandalosos eventos que han ocurrido en el último año con la legalización de las uniones homosexuales. Los demás han guardado silencio, no sé si es por cobardía o porque están de acuerdo con la agenda homosexual.
Una cosa si está clara, y es que esta persecución, que pronto estará sobre nosotros, es culpa de todos los católicos porque hemos permitido que este mal, tan diabólico, infecte y crezca sin ser reprimido en todos estos años, todo por el falso entendimiento de lo que es la verdadera misericordia, la cual está reservada a los individuos que verdaderamente están arrepentidos.
Hoy por hoy hay una sensación de que el mundo está pasando por una tensión que muy pronto reventará y que cambiará lo que hasta ahora conocemos como cotidiano.
Preparemos nuestras almas, pues a medida que se desarrollen los acontecimientos sentiremos más esta persecución y es probable que la presión haga que muchos católicos nieguen a Cristo y abandonen la Iglesia. Vivamos nuestras vidas, pero estemos seguros de que estos momentos están muy cerca y que el seguir viviendo como católicos tibios se ha terminado.
No debemos tener miedo, pues esto es necesario que ocurra para purificación de la Iglesia. Al final el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María triunfarán y la Iglesia obtendrá la victoria sobre los enemigos de Cristo. Lejos de desesperarnos debemos ver estos acontecimientos como la oportunidad de practicar las virtudes y convertirnos en santos, merecedores de ver el renacer de una nueva era en la Iglesia, una era de paz, prosperidad y santidad como el mundo moderno jamás ha conocido.
¿Cómo prepararnos?
Primero que nada, es fundamental que los católicos volvamos a vivir con radicalidad el Evangelio de Jesús y lo tengamos como guía de nuestra vida. Para ello les recomiendo descargar el curso de Evangelización desarrollado por el Padre Ernesto María Caro, exorcista de la diócesis de Monterrey y director de "Evangelización Activa", que dicho sea de paso fue una de las personas que influyó para la creación de este blog. El curso lo pueden encontrar en el siguiente enlace:
Segundo, debemos acudir asiduamente a los sacramentos, especialmente el Sacramento de la Reconciliación y de la Eucaristía. Hagamos lo posible de asistir a misa en familia
Tercero, iniciar una evangelización seria en nuestros hogares, para que las futuras generaciones puedan sobrevivir a los duros embates que están por venir.
Cuarto, hagamos de la oración un hábito, sólo con la oración podremos adquirir la fortaleza necesaria para resistir los ataques de aquellos que buscan acabar con la Iglesia. El rosario es un arma muy poderosa que nos ayudará a fortalecer nuestra alma.
Quinto, leer y estudiar la Sagrada Escritura. De ser posible inscribirse en un curso bíblico, para que así podamos profundizar en la Palabra de Dios.
Sexto, retoma este tema en todas las reuniones y prepárate bien para poder abordarlo adecuadamente. Defiende tu postura con conocimiento, no inventes, infórmate bien.
Séptimo, apúntate para participar en cualquier manifestación en la que se convoque por parte de la Iglesia o de las organizaciones que defienden a la familia, recuerda que para que el mal progrese lo único que tenemos que hacer es quedarnos con los brazos cruzados.
Y finalmente, ora por el Presidente, por los diputados y senadores de nuestro país para que Dios los ilumine y se den cuenta de los errores que cometen cuando actúan contra la voluntad de Dios y contra los principios básicos de la humanidad. Que puedan entender que estos errores tienen repercusiones muy graves, de los que tendrán que responder ante Dios y ante la humanidad.
Lo único que puede vencer el mal es el amor que Dios ha derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo. Amor que nos debe llevar a dar testimonio de que Jesús habita en nosotros, como sucedió con la Iglesia primitiva en sus primeros años de existencia:
La comunidad de los fieles tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba como propios sus bienes, sino que todo lo tenían en común. Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran poder, y aquél era para todos un tiempo de gracia excepcional (Hechos 4, 32-33).
Y termino nuestra reflexión recordando el llamado que Jesús nos hace para ser luz del mundo, y que al ver esa luz el mundo crea y dé gloria a Dios.
Ustedes son la luz del mundo: ¿cómo se puede esconder una ciudad edificada sobre un monte? Nadie enciende una lámpara para taparla con un cajón; la pone más bien sobre un candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Hagan. pues, que brille su luz entre los hombres; que vean estas buenas obras, y por ello den gloria al Padre de ustedes que está en los Cielos. (Mateo 5, 14-16).
Que Dios te llene de bendiciones.
La comunidad de los fieles tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba como propios sus bienes, sino que todo lo tenían en común. Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran poder, y aquél era para todos un tiempo de gracia excepcional (Hechos 4, 32-33).
Y termino nuestra reflexión recordando el llamado que Jesús nos hace para ser luz del mundo, y que al ver esa luz el mundo crea y dé gloria a Dios.
Ustedes son la luz del mundo: ¿cómo se puede esconder una ciudad edificada sobre un monte? Nadie enciende una lámpara para taparla con un cajón; la pone más bien sobre un candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Hagan. pues, que brille su luz entre los hombres; que vean estas buenas obras, y por ello den gloria al Padre de ustedes que está en los Cielos. (Mateo 5, 14-16).
Que Dios te llene de bendiciones.
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