La semana pasada hablábamos acerca de la fiesta de Pentecostés y de su importancia al ser el día en que surgió nuestra Iglesia Católica.
En esta ocasión hablaremos de nuestra Iglesia, y de porqué es la fundada por Jesucristo.
«Y ahora yo te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer.» (Mateo 16, 18)
El texto anterior, extraído del Evangelio según San Mateo, nos muestra el momento en que Jesús decide edificar su Iglesia sobre la persona de Simón, a quien llamó Pedro, que significa Piedra.
El nombre de Pedro tiene su origen en el hebreo "Kêfâ'", o "Cefas" en arameo, que significa "Roca". Este se tradujo al griego como Πέτρα (Petra), que también significa "Roca", pero al ser un nombre femenino se cambió a Πέτρος (Petros) que significa "Piedra".
La palabra Iglesia proviene del latín ecclesia que significa "asamblea" o "congregación".
Jesús quiso valerse de hombres para que su mensaje prevaleciera y se extendiera, es por ello que eligió a 12 para que fueran, primero, sus discípulos y posteriormente sus apóstoles. ¿Cuál es la diferencia? La diferencia es que el discípulo es aquel que es llamado, para recibir instrucción. Mientras que el apóstol es a quien se le encomienda una misión.
Jesús se acercó y les habló así: «Me ha sido dada toda autoridad en el Cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia.» (Mateo 28, 18-20).
Y desde entonces esa ha sido la misión de la Iglesia, hacer que todos seamos discípulos de Cristo. Pero había uno de ellos que recibiría una misión más. La de convertirse en pastor y guía. Por eso eligió a Simón, a quien llamó Pedro. Después de su resurrección, Jesús se apareció a sus apóstoles en varias ocasiones, una de las más significativas fue junto al mar de Galilea. En dicha ocasión Jesús le hizo una pregunta a Pedro:
Cuando terminaron de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?» Contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Jesús le dijo: «Apacienta mis corderos.» Le preguntó por segunda vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» Pedro volvió a contestar: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Jesús le dijo: «Cuida de mis ovejas.» Insistió Jesús por tercera vez: «Simón Pedro, hijo de Juan, ¿me quieres?» Pedro se puso triste al ver que Jesús le preguntaba por tercera vez si lo quería y le contestó: «Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero.» Entonces Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas.»
Jesús constituye a Pedro como pastor de su rebaño. Pedro recibe autoridad de parte de Jesús para guiar a su Iglesia y continuar la obra de la salvación.
Tres veces le preguntó Jesús a Pedro "¿me amas?" porque tres fueron las veces que Pedro negó a Jesús en el sanedrín mientras éste último era enjuiciado por los sumos sacerdotes. He aquí una prueba de la misericordia de Jesús al perdonarle tan grave pecado para después confiarle una misión tan grande.
La Iglesia nace en Pentecostés
En el tema anterior, Domingo de Pentecostés, veíamos como en ese día la Iglesia nacía e iniciaba su labor evangelizadora, gracias al Espíritu Santo. Y es gracias a la fuerza de este Espíritu que Pedro pudo salir del lugar donde estaban encerrados y proclamar a los ahí reunidos que «Dios acreditó entre ustedes a Jesús de Nazaret. Hizo que realizara entre ustedes milagros, prodigios y señales que ya conocen. Y es un hecho que Dios resucitó a Jesús; de esto todos nosotros somos testigos» (Hechos 2, 22.32). E invitaba a todos a bautizarse en el nombre de Jesucristo; para remisión de los pecados y para recibir el Espíritu Santo.
Nacía la Iglesia «y el Señor agregaba cada día a la comunidad a los que quería salvar» (Hechos 2, 47).
La Iglesia es una
En el texto de Mateo 16, 18 vemos que Jesús dijo: «...y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia». En ningún momento dijo "mis iglesias". Jesús fundó una sola Iglesia.
La Iglesia es católica.
La palabra Católico(a) viene del griego καθολικός (katholikós) que significa universal. La Iglesia es católica por dos razones:
1) Porque, como ya vimos en el texto de Mateo 28, la misión que Jesús encomendó a sus apóstoles fue: «...Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos...».
2) Y «porque el don de Dios es para ustedes y para sus hijos, y también para todos aquellos a los que el Señor, nuestro Dios, quiera llamar, aun cuando se hayan alejado.» (Hechos 2, 39).
Todos, sin importar nuestra nacionalidad, estamos llamados a recibir el Evangelio y la gracia del Espíritu Santo. No es sólo para un pueblo, sino para todos los pueblos de la tierra, he ahí la universalidad de la Iglesia.
Sin embargo hay que aclarar que en un principio a la Iglesia se le llamaba Iglesia Cristiana, porque fue fundada por Cristo. El nombre católico comenzó a utilizarse a partir del Concilio de Nicea, celebrado en el año 325 en Nicea, Turquía.
Sin embargo hay que aclarar que en un principio a la Iglesia se le llamaba Iglesia Cristiana, porque fue fundada por Cristo. El nombre católico comenzó a utilizarse a partir del Concilio de Nicea, celebrado en el año 325 en Nicea, Turquía.
La Iglesia es Apostólica.
La Iglesia tiene su fundamento en los Apóstoles y en continuidad con ellos. Son los Apóstoles los que han llevado el mensaje de Cristo, han fundado nuevas comunidades, han hecho nuevos obispos y así en todo el mundo en continuidad.
¿Quién es el Papa?
El Papa es el sucesor de Pedro, el Vicario de Cristo en la tierra y la Cabeza visible de la Iglesia.
A continuación puedes consultar la lista completa de los Papas en el siguiente enlace:
¿Quiénes son los Obispos?
Los Obispos son los sucesores de los Apóstoles, que han recibido la plenitud del sacerdocio y tienen la misión de regir sus diócesis unidos al Papa.
¿Quiénes son los sacerdotes?
Los Sacerdotes o presbíteros son aquellos fieles que, por la ordenación sacerdotal, participan sacramentalmente del Sacerdocio de Cristo, siendo constituidos cooperadores de los obispos para predicar el Evangelio, administrar los sacramentos y llevar a Dios a los fieles que se les encomiendan.
¿Quiénes son los laicos?
Los laicos son aquellos fieles que, por vocación divina, están llamados a buscar el Reino de Dios, tratando y ordenando las cosas temporales según el querer de Dios.
Así, pues, todos y cada uno de nosotros formamos parte de la Iglesia fundada por Jesucristo, y hemos sido llamados para gozar con Él de la alegría del Reino de Dios.
Que Dios te llene de bendiciones
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