La semana anterior veíamos que una de las mejores maneras de dejarnos guiar por el Espíritu Santo es la oración. Pero ¿qué es la oración? y ¿cómo orar? Es lo que veremos en esta ocasión.
Para un cristiano, una vida sin oración corre el riesgo de convertirse en árida. Pero orar, no es tan simple como uno se pueda imaginar. El tedio, el desaliento, la repetición o la costumbre pueden hacer la oración difícil.